La dexametasona es un corticoide de bajo costo usado comúnmente para tratar la artritis. (Foto: EFE)
La dexametasona es un corticoide de bajo costo usado comúnmente para tratar la artritis. (Foto: EFE)
Redacción Mag

La es un fármaco bastante común, accesible y de uso habitual en centros médicos o como parte de tratamientos recetados por especialistas de la . Es un corticosteroide, es decir, similar a una hormona natural producida por las glándulas suprarrenales.

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Fue inventada a mediados del siglo XX y, desde la década de 1960, se usa como antiinflamatorio e inmunosupresor para reducir los problemas físicos generados por inflamación.

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¿En qué tratamientos se utiliza?

Este medicamento que viene envasado en tabletas y solución líquida para tomar por vía oral, es prescrito por un doctor o farmacéutico.

Alivia la inflamación (hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor) y se usa para tratar la artritis reumatoide; trastornos de la piel, los ojos, la sangre, el riñón o los intestinos, la tiroides y los intestinos (por ejemplo, colitis); alergias severas o asma. La dexametasona también se usa para tratar ciertos tipos de cáncer, especialmente los relacionados con tumoraciones craneales.

Otro de sus beneficios es su bajo costo pues, según explica la OMS, en 1977 pasó a formar parte de la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales. Tiempo después su patente quedó obsoleta y esto permitió abaratar su precio y que esté disponible en buena parte del mundo. En diversos países, como España, se debe ser utilizada bajo prescripción médica.

La dexametasona está vetada en el mundo del deporte al tratarse de una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y haber sido el origen de numerosas infracciones. Esta incluida en el grupo de los “prohibidos en competición”. No se pueden consumir en periodo de competición ni estimulantes (anfetaminas, cocaína...), ni narcóticos (morfina, metadona...), ni canabinoides (hachís, marihuana...), ni glucocorticoides, entre los que la AMA menciona expresamente la dexametasona, la cortisona o la hidrocortisona.

La dexametasona es un fármaco bastante conocido y que se emplea desde hace décadas. (Foto: Alessandro Currarino)
La dexametasona es un fármaco bastante conocido y que se emplea desde hace décadas. (Foto: Alessandro Currarino)

Contraindicaciones y efectos secundarios

  • Presencia de úlcera gastrointestinal
  • Síndrome de Cushing
  • Formas graves de insuficiencia cardíaca
  • Hipertensión severa
  • Diabetes mellitus descompensada
  • Tuberculosis sistémica
  • Infecciones virales, bacterianas o fúngicas graves
  • Glaucoma preexistente
  • Osteoporosis
  • Mifepristona

Si se administra dexametasona durante un periodo mayor al recomendado por el médico, se pueden presentar efectos como:

  • Malestar estomacal
  • Irritación del estómago
  • Vómitos
  • Cefalea (dolor de cabeza)
  • Mareos
  • Insomnio
  • Agitación
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Acné
  • Aumento del crecimiento del pelo
  • Facilidad para desarrollar moretones
  • Menstruaciones irregulares o ausentes

Si experimenta algunos de estos síntomas, es vital acudir al médico de inmediato.

Cuando comience a tomar dexametasona, pregúntele a su doctor qué hacer si usted se olvida de tomar una dosis. Apunte estas instrucciones para que pueda revisarlas posteriormente. Si usted toma dexametasona una vez al día, tome la dosis que olvidó tan pronto como lo recuerde, sin embargo, si es hora para la siguiente, sáltese aquella que no tomó y siga con la dosificación regular. No tome una dosis doble para compensar la que olvidó.

Incluso, recuerde decirle a su doctor y a su farmacéutico si usted es alérgico a la dexametasona, aspirinas, tartrazina (colorante amarillo en algunos alimentos procesados y en medicamentos) o a otros medicamentos.

La dexametasona debe ser almacenada en su propio envase, bien cerrado y fuera del alcance de los niños. Siempre guardado a temperatura ambiente, lejos del calor excesivo y la humedad (el baño no es un lugar seguro).

¿QUÉ ES EL CORONAVIRUS?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus . Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

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