¿Cómo envolver los regalos de Navidad? Los presentes son una tradición que cada diciembre se entregan a nuestros familiares y amigos. Ya sean grandes o pequeños, intenta envolverlo según los principios del Feng Shui, el arte y la ciencia de organizar las cosas en armonía y equilibrio con el mundo natural que nos rodea. Así que toma nota de estos trucos caseros.
Cómo envolver los regalos de Navidad según el Feng Shui
Según el Feng Shui, cuando entregas un obsequio debes incluir algunos elementos que le darán buena suerte, viajes y fortuna a quien lo recibe, y desde luego, también se te multiplicará a ti.
- Envuelve tus regalos con papel rosa. Este color atraerá un amor fiel y duradero, o en su caso, ayudará a fortalecer la amistad. Si no tienes papel rosa, no te preocupes, puedes incluir algún detalle en este tonalidad, como una tarjeta de dedicatoria o un lazo de regalo, por ejemplo.
- Añade un cascabel. Según el Feng Shui, incluir un cascabel en el regalo significa mucho éxito en los negocios y viajes, por lo que le estarías deseando a la persona que lo reciba mucha abundancia.
- Agrega algunas piñas en el regalo. Las piñas navideñas también son muy buenas para atraer la riqueza. Agrega alguna en el regalo y deja que la abundancia llegue a la vida de la persona.
- Súmale una estrella a tus obsequios. La estrella es la guía de la Navidad y por eso se interpreta como una luz en el camino de quien recibe el presente. Ya sea que la pongas como sticker o con un trozo de papel, lo importante es incluirla a para que atraiga proyectos.
- No te olvides de las flores. Son el plus en los regalos y es uno de los elementos más importantes porque significan salud. Estarás deseando que la persona goce de mucha y buena salud para su vida.
Aún estás a tiempo de ir adquiriendo estos elementos importantes, según el Feng Shui, para atraer abundancia y salud y que no puedes dejar fuera de los presentes que darás en Nochebuena.
¿Qué es Navidad?
La Navidad es una festividad cristiana en la que se conmemora el nacimiento del niño Jesús en Belén y es celebrado el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas.
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