Manta con peso. (Foto: Shutterstock)
Manta con peso. (Foto: Shutterstock)
Redacción Mag

Las mantas con peso, como su nombre lo indica, son más pesadas que una cobija o edredón normales. Este peso ejerce presión sobre el usuario, ofreciéndole comodidad, relajación y ayudándole a conciliar el sueño. En realidad, entre las muchas ventajas de las mantas con peso (weighted blanket, en inglés) está la reducción del insomnio, el estrés y la ansiedad.

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También pueden mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés, pero no son para nada fáciles de lavar. Si bien la tela exterior suele ser una tela tradicional como lana, algodón, franela, lino o rayón, el relleno que la hace pesada puede incluir cuentas de microfibra, arena, cuentas de acero, guijarros o granos.

Entonces, ¿cómo se limpia de forma segura una manta hecha de materiales no tradicionales? Aquí hay algunos , más allá de lo que se indica en la etiqueta de cuidado de su manta.

Cómo lavar tu manta con peso en la lavodora

En primer lugar, algunas pautas generales. La mejor manera de lavar una manta con peso es obtener una funda removible para que pueda lavarla, en lugar de la manta en sí. Evita lavarla cada vez que le aparezca una mancha; límpiala siempre que sea posible. Usa un detergente suave y evite los auxiliares de lavado, como el suavizante de telas, la lejía, el vinagre, el bicarbonato de sodio o la sal. Nunca laves ni seques a temperatura alta.

En general, las mantas que contienen granos de vidrio son seguras para lavar en la lavadora; las cuentas de acero lo son menos, ya que la fricción con el tejido exterior de la manta puede provocar roturas y fugas del relleno de la manta. Los gránulos de plástico son lavables, pero hay que tener cuidado de evitar el calor, ya que pueden derretirse.

Se recomienda el secado al aire. Sin embargo, dependiendo de los materiales, pueden resistir el secado. Para eso, es posible que desees hacer un viaje a una lavandería para obtener una secadora más grande de tamaño comercial. Siempre usa calor bajo (a menos que las instrucciones de cuidado del fabricante especifiquen lo contrario).

Cómo lavar a mano tu manta con peso

Llena tu bañera con agua fría y deje que la manta se remoje en un detergente suave sin lejía. Lava suavemente. Se recomienda el secado al aire; exprímela primero para eliminar el exceso de agua. Luego, coloca la manta de manera uniforme sobre una superficie para que se seque, mientras te aseguras de que el contenido interno se distribuya de manera uniforme.

Cómo limpiarla en seco

Las mantas pesadas con rellenos orgánicos como maíz, frijoles, arroz o arena deben dejarse en manos de un profesional. Los rellenos naturales no resisten bien bajo el agua: pueden empaparse o enmohecerse, y la arena formará grumos que harán que la manta se sienta grumosa. Las mantas hechas de lana, un tejido que no es conocido por tener una gran reacción al agua, también deben dejarse en la tintorería local.

¿Con qué frecuencia debe lavar su manta con peso?

Eso depende. Si lo usa todas las noches, tu manta debe lavarse cada pocas semanas para eliminar la acumulación de sudor, aceite y bacterias. Si solo se usa ocasionalmente para dormir la siesta o mirar televisión, es suficiente lavarlo de 4 a 6 veces al año.

Evita lavar con demasiada frecuencia para preservar su longevidad, durabilidad y la distribución prevista de su relleno. Los lavados demasiado frecuentes pueden hacer que la manta se degrade más rápidamente y aumentar las posibilidades de que se rompa y derrame su contenido.

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