Leche de soya. (Polina Tankilevitch | Pexels)
Leche de soya. (Polina Tankilevitch | Pexels)

No hay nada como preparar una bebida vegetal en casa, pues no solo es muy fácil de hacer, sino que además es garantía de que nuestro producto será 100% natural, sin preservantes, ni añadidos. En cuanto aprendemos a elaborarlas nosotros mismos, no volveremos a comprarla en el supermercado. A continuación una casera y sencilla de con canela.

Ingredientes

[inicio-ingredientes]

  • 1 taza de soya
  • 1 rama de canela
  • Azúcar al gusto (opcional)

[fin-ingredientes]

Preparación

[inicio-instrucciones]

  1. Coloca la soya en un recipiente y cubre con abundante agua. Deja remojar durante 8 horas o toda la noche.
  2. Pasadas las 8 horas, desecha el agua de remojo y enjuaga la soya muy bien hasta que el agua salga clara.
  3. Muele muy bien los frijoles de soya con 1 1/2 litros de agua, trabajando en tandas para hacerlo más fácil.
  4. Cubre un cedazo grande con un trozo de manta de cielo o servilleta de tela de aproximadamente 50 centímetros cuadrados, y colócalo sobre una olla mediana. Vierte el licuado de soya sobre la manta. Va a ser necesario que tomes las cuatro esquinas de la manta con una mano, a fin de exprimir la leche con la otra.
  5. Calienta la leche de soya junto con la canela hasta que empiece a hervir. Luego reduce el fuego a bajo y deja que hierva por 5 minutos. Apaga el fuego y, si gustas, endulza al gusto.

[fin-instrucciones]

Ficha

Tiempo total: 510M

Tiempo preparación: 20M

Porciones: 6

TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR

Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la  y no desechar nada. Recurrir a  económicos y sanos como las  y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.

Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado  bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos  y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

¿Unas fresas mustias? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido. (PhotoMIX | Pexels)
¿Unas fresas mustias? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido. (PhotoMIX | Pexels)

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

Busca productos de temporada

El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.

Cortes de carne más baratos

Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.

MÁS RECETAS...

Contenido Sugerido

Contenido GEC

No te pierdas