¿Por qué la jardinería es una herramienta para fomentar el bienestar emocional?

En días de aislamiento social y confinamiento en los hogares, hay diversas actividades que están ganándose un espacio pues ayudan a relajarse y divertirse en casa. Preparar postres, pan casero, bailar, hacer yoga o ejercicios son las más aclamadas, pero si hay una que aporta diversas emociones positivas es la jardinería.

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Desde hace algunos años tomó fuerza la terapia hortícola, actividad que usa la jardinería como terapia donde las plantas y flores juegan un papel vital para las emociones y controlar los niveles de estrés que se pueden producir.

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¿Cómo disfrutar la jardinería en casa?

La jardinería no solo te brinda la posibilidad de cultivar y organizar tus propias plantas y flores, cosechar frutas y verduras frescas para tu propia alimentación, sino que también te ofrece muchos beneficios para la salud física y el bienestar mental.

Rocío Avila, especialista de Casaideas, asegura que “al sembrar, cultivar, regar y podar, tu cuerpo genera serotonina que estimula el sistema inmunológico, se reducen los niveles de cortisol, la hormona que produce el estrés y nos mantiene relajados, nos ayuda a bajar los niveles de ansiedad y fomentar la perseverancia y paciencia”.

Por el lado del físico, el cavar, cargar objetos y cortar las plantas permite quemar aproximadamente 300 calorías por hora. Además, es una excelente rutina de ejercicio cardiovascular.

Además, la jardinería es una terapia perfecta para mejorar tu bienestar, ofrece la posibilidad de desconectarnos y enfocarnos en ser más creativos, los colores y olores fomentan un ambiente positivo.

La especialista aconseja organizar un espacio de la casa para realizar esta actividad, ya sea dentro de una terraza, una ventana o algunos puntos interiores, entre los muebles de la sala por ejemplo.

Jardinería con niños

Los más pequeños también se benefician, aprenden sobre la naturaleza y la importancia de proteger el medio ambiente, además de enseñarles de dónde provienen los alimentos y cómo comer saludable.

Para disfrutar de esta actividad con ellos, Silvio Mac Long, Gerente de Desarrollo de Negocios de Arti, enseña cómo hacer un mini huerto o germinador casero “para que los niños observen, se asombren y aprendan”.

¿Qué necesitamos?

• Frasco de vidrio (puede ser de mermelada)
• Frejoles negros o alguna otra menestra
• Algodón o gasa
• Un poco de agua
• Témperas
• Cartulinas
• Plumones

¿Cómo lo haremos?

1. Primer paso: Lavar el frasco de vidrio y secarlo bien (los padres pueden ayudar)
2. Segundo paso: decorar el frasco con plumones, témperas, stickers o lo que se tenga en casa, para que se vea lindo.
3. Tercer paso: mojar el algodón o la gasa y ponerlo en el fondo del frasco
4. Cuarto paso: poner dos o tres frejoles sobre el algodón
5. Quinto paso: Volver a colocar un algodón o gasa mojada
6. Sexto paso: cuidarlo y dejarlo crecer en un lugar soleado.

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